Para la mayoría de los propietarios de vehículos eléctricos, su hogar es el punto de carga principal.
Normalmente los vehículos se detienen en su garaje o plaza de aparcamiento varias horas, tanto de día como de noche, creando una situación ideal ya que permite recargar la batería del coche lentamente.

​​​​​​​Por lo tanto, el tipo de carga más adecuado en estos casos es de tipo medio-lento. Además, las recargas suelen tener lugar durante la noche, por lo que no es necesario realizar grandes inversiones para adaptar la infraestructura en términos de kW y, por lo tanto, es suficiente una potencia también reducida para poder tener cada mañana la batería completamente cargada.

No se requiere autorización ni permiso para instalar una estación de carga en el hogar y se puede recargar el automóvil eléctrico conectándolo al medidor existente, al igual que todos los demás servicios eléctricos domésticos.

Dicho esto, es importante que la carga se realice de forma segura. Por eso es aconsejable instalar una estación tipo Wall Box que cumpla con las normativas EN61851-1 para la carga en corriente alterna (en Modo 3) y esto permitirá, además de recargar de forma segura, gestionar mejor la energía del hogar, integrando también la potencia producida por los paneles fotovoltaicos, donde estén presentes.

SCAME pone a disposición su know-how de veinte años para apoyar mejor la transición a la movilidad eléctrica y recomendar soluciones de carga completas y a medida para las necesidades de cualquier vivienda.